TAL DÍA COMO HOY



       Me encontraba sentada en un banco del parque, observando como las ardillas retozaban entre ellas, haciendo carreras imposibles de árbol en árbol.. De pronto, una bajó, y se colocó muy cerca de donde yo estaba. Me acerqué convencida de que al notar mi presencia escaparía, pero para mi sorpresa, se quedó allí, mirándome curiosa. Aprovechando su docilidad, le acaricié ligeramente la cola... Saqué el móvil para tomarle una foto, y empezó a olisquearlo, sin dejar de mirarme. Después me dio la espalda y trepó por un árbol cercano... 
    Me pareció curioso su comportamiento... Es como si la ardilla al no poder estar en "su" bosque, hubiese optado por la integración con los humanos, como una manera de llevar lo mejor posible este cambio ambiental. De vuelta a mi banco, y de una manera un tanto extraña, me di cuenta que de alguna forma, me identificaba con ella... 


      Tal día como hoy, Yo también tuve que dejar "mi bosque", para adentrarme en un mundo cuyo entorno me parecía hostil y gris... Me costó adaptarme, hasta que comprendí que el acercamiento a esos enemigos potenciales, me iba a facilitar la convivencia, así que cambié mi actitud, y me dejé observar... A olisquearles... A dejar que me acariciasen la cola... 

No puedo decir que sea feliz, pues palpo el dolor y el deterioro humano cada día, pero he aprendido a no ser infeliz, que es lo que más se le parece.

Por eso, el que tal día como hoy decidiese dejar ese bosque donde había encontrado mi árbol, me parece una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, y me siento orgullosa de ello.