¿AUTOSUFICIENCIA EMOCIONAL?





    Me gusta pasearme por distintos blogs personales y contrastar las opiniones y pensamientos de sus autores con los míos. 
Leyendo un artículo en uno de ellos, el cual me gusta especialmente por su versatilidad y buen criterio, me hizo reflexionar sobre lo que realmente necesitamos para ser felices. ¿Dependemos de los sentimientos, o por el contrario sólo somos entes biológicos que podemos funcionar sin ellos?

El autor del artículo ponía tres ejemplos que según él, nos vende la naturaleza  para trastocar nuestra vida, pero que en realidad no necesitamos : El éxito, el sexo y el amor.

 Puedo estar equivocada (ocurre con frecuencia) pero creo que lo grande del ser humano, es precisamente la vulnerabilidad de sentimientos. La risa, el dolor, la rabia... Y todas las contradicciones que se generan en nuestro cerebro y en nuestra alma. Para funcionar, necesitamos estímulos tanto positivos como negativos.


Necesitamos aspirar al éxito personal como incentivo para una lucha por la superación. Si estudiásemos o trabajásemos sin ese objetivo, estaríamos robotizados. Necesitamos creer que lo vamos a conseguir, aunque a veces seamos como asnos persiguiendo la zanahoria que cuelga delante de nuestras narices.


Aún así es importante no rendirse. Necesitamos esa lucha que nos produce adrenalina suficiente para ser competitivos, seres válidos que no se conforman con lo fácil. A eso se le llama crecer.


Necesitamos el sexo, mucho más que como algo fisiológico. Si fuese así, con el autodesahogo bastaría. Pero buscamos también el placer que nos proporciona el compartir. Y aunque sea por unos minutos, y sin que haya más sentimiento que la pura atracción, necesitamos el contacto con otra persona. Su calor... El poseer... El ser poseídos.



 
Y por supuesto, necesitamos el amor. Es el mayor aliciente para que nuestra vida tenga sentido. El amor nos provoca tantas sensaciones por si solo... Ilusión, placer, planes, dolor, evasión, enfado, celos, lucha, emociones... 
El amor nos hace igual egoístas que generosos. Nos hace dichosos y desgraciados. Hasta en ocasiones se puede parecer al odio, pero todo eso son los ingredientes  para incentivar nuestra existencia. Para sentirnos vivos, es necesario también que el corazón duela, y que el cerebro nos confunda. 


Creo que es maravilloso no tener autosuficiencia emocional. El propio autor de ese artículo al tener esos pensamientos,y así mismo, tener la necesidad de compartirlos con los demás, deja claro que él tampoco la tiene. Y eso es grande. Creo que el día en que los sentimientos y la lucha por crecer, no marquen la pauta de nuestra existencia, estaremos muriendo en vida.
Sería espantoso tener un absoluto control mental.

 












MISCELÁNEA DE PENSAMIENTOS




    En el silencio de mi cuarto, mientras fumo y miro absorta como titila el té dentro de la taza, un cúmulo de pensamientos mezclados se agolpan en mi mente, provocando un sinfín de extrañas sensaciones.


   Con el alma encogida por la tragedia que evitable o no, ha sucedido, he podido comprobar, una vez más como hay gente desalmada que sacia su sed de sangre, empleando su más que dudosa inteligencia para mofarse, como si tuviesen la garantía de que ellos  nunca serán protagonistas de hechos similares... Cómo, algún político de tercera, ha considerado la tragedia como un contratiempo, al no poder expresar su alegría abiertamente por unos datos falseados de bienestar social, que le harían lavar un poco su cara, ya que no su conciencia... O cómo, algunos periodistas han convertido el dolor en portadas de morbo y carnaza, y en textos sensacionalistas, que lejos de aclarar lo sucedido, han sembrado todo tipo de comentarios especulativos... O cómo te das cuenta, que  el que se haya podido evitar, posiblemente hubiese sido cuestión de dinero... Que poco valen las vidas ajenas para algunos... Cuanta mezquindad.



 Por otro lado, siento impotencia y rabia, al ver que mientras el mundo se tambalea por guerras, corrupción, ruina económica, abusos a las clases minoritarias y débiles, intolerancia, prepotencia y supremacía de la iglesia, justicia deficitaria y lenta, aumento de pobreza, cortapisas a la formación... Y un sinfín de etc., medio mundo estaba pendiente con una sonrisa tonta en la cara, y como si su vida dependiese de ello, del nacimiento de un niño, cuyos privilegios de por vida, nunca los tendrá que luchar. Me causa estupor ver todo el despliegue de medios y de dinero invertido, por conseguir las primeras imágenes del hijo de un señor, que su único mérito es, ser el que continúe con una institución rancia y obsoleta, y que a todas esas personas que se les cae la baba, aguardando horas detrás de una valla o pendientes del televisor, para ver a esa criatura,  les cuesta mucho dinero.



Somos volubles y contradictorios... Nos falta autoestima y dignidad... Somos presa fácil de gobernantes manipuladores y corruptos.  Siento pena... Y un cierto asco. 






Es tarde...Quiero pensar en algo bonito, pero mi mente está demasiado llena de mierda y confusión, así que seguramente, los desvelos serán los dueños de la noche.




PALABRAS QUE HIEREN



   ¿Cuantas veces nos hemos arrepentido después de haber dicho algo, aunque fuese con la mejor intención? Creo que no hay nadie en el mundo, que no haya sentido alguna vez (o muchas) el deseo de retroceder en el tiempo, para poder borrar un comentario desafortunado. 


Hace unos días pude comprobar, como por uno de esos comentarios, que a priori lo único que se pretendía con él era incentivar la creatividad de alguien, y hacerle reaccionar para que no se conformase con lo mediocre, pudiendo ser sublime, hizo que los bellos lazos que existían entre dos personas, se rompiesen de una manera dolorosa y cruel. 



Por un lado, el maldito ego, que antepone su dominio ante cualquier sentimiento, cuando se siente atacado. Estamos fuertes y preparados para recibir críticas e improperios de las personas que no conocemos o que no nos importan, incluso en muchos casos, hasta "nos resbalan"... Pero por mucho que digamos que preferimos la sinceridad a la mentira o  al halago fácil por cariño, cuando se da la circunstancia, y una persona a la que queremos, nos dice algo que no nos gusta y nos daña, la herida que se abre es insalvable. La reacción ante esto, depende del carácter de la persona que ha recibido el daño, pero de cualquier forma, siempre habrá un antes y un después, desde que se produjo el comentario, aunque se llegue a perdonar. 


Por otro lado, maldita mente que a veces va más lenta que la lengua, y maldita prepotencia al creernos con el derecho a comentar sensaciones sin sopesar la repercusión y el efecto que puede hacer en la otra parte. A veces, cuando queremos a alguien, el deseo de que esa persona esté en lo alto de la cima de su talento o de sus aptitudes, nos lleva a una posesión del alma, y a pensar que solo lo logrará siguiendo nuestras indicaciones. Cuando en realidad, lo que le ha hecho grande, ha sido precisamente la libertad de obrar y de pensar... Cuantas equivocaciones cometemos tratando de acaparar la libertad de acción y de pensamiento de las personas que queremos, pensando que así les protegemos.

Midamos nuestras observaciones hacia los demás, porque hay palabras que hieren, no sólo a quien las recibe. La herida también se extiende a quien las pronuncia... 
Su cicatriz es eterna en la memoria.


   

SERES...¿HUMANOS?



   
 Me causa verdadero estupor las contrariedades que tenemos los seres humanos.. En algunos casos, poco humanos, la verdad.


Cuando llegan estas fechas, proliferan las fiestas donde el animal, sobre todo el toro, se convierte muy a su pesar en el protagonista. Cada año, me indigna más el ver, como un montón de energúmenos disfrutan con la humillación (cuando no la muerte) a estos animales. Cómo, con el IPAD en la mano, y los ojos encendidos de sangre, defienden estas barbaries, amparándose en la tradición... Porque claro, seguimos todas las corrientes modernistas y de progreso, pero el sentimiento primitivo, sale a flote a la menor ocasión, y estos "modernos" se convierten en "tradicionales".

Muchos de los que disfrutan con esto, seguramente se consideran personas tolerantes y están en contra de la homofobia, de la xenofobia... Y de un montón de fobias más. Seguramente, tienen una mascota con chip de identificación y cartilla de vacunación... Seguramente, salen a la calle cada vez que tienen ocasión, para manifestarse a favor de SUS derechos... Seguramente, se llevan las manos a la cabeza, cada vez que se enteran de que alguien ha maltratado a un perro... Pero atosigar a un toro atado con una cuerda a los cuernos,o provocarle hasta que cae al mar, o ponerle fuego en las astas, o acosarle mientras cientos de individuos le persiguen a caballo con lanzas para darle muerte, lo consideran tradición...

 Por lo visto ellos piensan que a unos animales se les puede maltratar y a otros no. Es como si de repente, se viese bien que a unas personas, por tener ciertas características, se las pudiese pegar... ABERRANTE...!!! 


 También me dejan perpleja, esas señoras que se gastan dinerales en vestiditos y otras chorradas para su perrito, pensando que esa es la mejor forma de tratar a su mascota, porque tienen dinero, y mucho tiempo libre, y no saben que hacer con ninguna de las dos cosas... Además, dicho sea de paso,en muchos de los casos, el delirio, o el vacío de estas personas, les hace creer, que el perrito en cuestión es un hijo, más que una mascota. (Ay, si el animalito pudiese hablar...) Y después van con sus mejores galas a la plaza para ver como muere un toro, después de haber sido torturado de distintas formas a lo largo de la faena. Por Dios.  ¡¡Y encima a esa barbarie, la llaman arte...!! Arte es crear cosas bellas, no matar a bellos animales, ante los ojos y la euforia de un montón de desalmados, provistos de pañuelos blancos, para premiar a su ejecutor, con partes del animal, mutilándole, por si no hubiese sido suficiente el maltrato mientras aún vivía.

Se me enciende la sangre, cada vez que escucho los argumentos que dan, para defender toda esta cruel aberración, y como intentan convencerme de que la intolerante soy yo... Debe ser, porque yo apuesto por la vida y el respeto, no por la violencia y la muerte, como medio de diversión.

Por eso me pregunto...¿De verdad son seres humanos...? JA.

REPASANDO LA VIDA



"No se puede olvidar el tiempo, más que sirviéndose de él." (CHARLES BODELAIRE) 
 

    No había luna, pero sí estrellas. Reinaba el silencio, y podía escuchar los latidos de su corazón, que golpeaban fuertemente en su pecho.Tenía la mirada fija en un punto indeterminado, sin pestañear... En sus ojos azules, se reflejaba el cansancio por todo lo vivido, la tristeza por lo que estaba viviendo, y un pequeño brillo de esperanza, a la que se aferraba cada día. 



En pocas horas, se enfrentaba a un nuevo reto.  En pocas horas se decidía de alguna manera, su futuro. La vida la volvía a poner contra las cuerdas.. Tenía miedo, y se sentía en la más profunda soledad. 
Entonces, un sin fin de imágenes pasaron por su mente. Multitud de recuerdos de una vida, plena de vivencias, pero que a ella le parecía una vida desperdiciada. 
Recordó con que ilusión comenzó su andadura en una profesión que le hacía feliz... Aunque con el tiempo se desencantase de ella, y como rebeldía o tal vez por ese ansia de querer beberse la vida sin dejar una gota, su existencia se convirtiese en un pequeño infierno disfrazado de placer.  

Un rictus de amargura se dibujó en sus labios, al recordar esa época. Muchas cosas habían ocurrido por entonces... También conoció el amor... Un gran amor. Pero la vida se había empeñado en que lo bueno no le durase, y un fatal accidente se lo llevó una tarde. Podía recordar sus ojos, mirándola fijamente, como queriendo decir tantas cosas con ellos en sus últimos segundos de vida. Todo lo que habían construido, se desmoronó en un instante... Y ella también. 


Se encendió un cigarrillo (uno más) y dio un sorbo al té ya frío, intentando que esos recuerdos dolorosos se desvaneciesen...  



Hacía calor y una noche más no podía conciliar el sueño... Mientras fumaba, siguió recordando como después de ese trance amargo, y tras un tiempo de absoluta desidia, se fue aclimatando a la rutina de vivir... Aparentemente, la tranquilidad se había instalado de nuevo en su vida y en su corazón, pues aunque no con la misma pasión, volvió a encontrar el amor... La compañía de alguien, que a priori parecía que la amaba...   Pero el destino le tenía reservada otra dura prueba, y con ella, el darse cuenta de que el hombre con el que compartía su vida, no estaba dispuesto a apoyarla en ese nuevo y duro cambio... 
 De nuevo se sintió abofeteada por la soledad y el dolor... Una constante en su vida. 



Intentó refugiarse en los versos de Bodelaire que tantas veces le habían acompañado en muchas  noches de insomnio, pero de nuevo su mente se llenó de pensamientos... 


Con una vida monótona y aburrida, y con cierta resignación, iban trascurriendo los días. Desencantada de todo y enfadada con el mundo, no pretendía nada más que fuese pasando el tiempo, sobreviviendo... 

Hasta que de forma fortuita, conoció al que de una manera bella e inesperada, le hizo sentir que podía volver a tener ilusiones... Que su corazón podía volver a amar... 
Poco a poco, fue llenando su vida. Se convirtió en el motivo más hermoso para levantarse cada día... En el bálsamo que de una forma tan natural, calmaba sus heridas del alma... En su luz.
Sus sentimientos se desbocaron, hasta sentir la necesidad perenne y desesperada de tenerle... De traspasar todas las barreras... De saltar todos los obstáculos. Un amor maravilloso... Una unión soñada tantas veces... Pero una utopía en realidad. 
De nuevo tuvo que recurrir a su sentido común, y dejar de lado todo lo bueno que él le aportaba, para poner los pies sobre la tierra, a fin de evitar futuros sufrimientos... Cuando en realidad, al decirle  adiós es cuando estaba sufriendo, y sentía cada día los desgarros en su alma.


A pesar del calor de la estancia, un frío intenso recorrió su cuerpo al pensar en todo esto. 
Apagó la luz, y abrazada a su almohada, en posición fetal, cerró los ojos con fuerza, para no dejar salir las lágrimas que estaban a punto de brotar. 

En una horas su destino podía cambiar, y ella solo pensaba en como podría haber sido esa unión... Que ironía macabra.  

Quizás algún día la vida les brinde otra oportunidad... Si es que la vida no se aleja de ella. 

Casi al alba, el sueño la venció.Y soñó con el mar... Y con un faro que la inundaba de luz...