FIDELIDAD... O LEALTAD ?


 FIDELIDAD... O LEALTAD?

 "La fidelidad de muchos hombres, se basa en la pereza; 
 la fidelidad de muchas mujeres, en la costumbre." (VÍCTOR HUGO)


 Durante una interesante conversación con algunos amigos de una red social sobre la infidelidad, me llamó poderosamente la atención, que personas aparentemente abiertas a la sexualidad, y hasta procaces a la hora de "piropear" los atributos de alguien, cuando se les aprieta dialécticamente un poco las tuercas y se dan por aludidas, muestran su lado más conservador y costumbrista. 
No me sorprende porque lo sean, sino porque ponen de manifiesto algo muy común entre los mortales: todo está bien, y soy tolerante y moderno, mientras no me pase a mi... 
Esa conversación me ha llevado a algunas reflexiones, que me apetece exponer.

La palabra "infidelidad", se utiliza casi siempre como dedo acusador, pero muy poca gente admite serlo ni que lo sean con ellos, aunque en realidad, es una práctica bastante extendida; lo consideran un estigma, o hacer público un fracaso personal.
Por poner un ejemplo de infidelidad "momentánea", os diré, dejando a un lado la cuestión moral y de otro tipo, que la prostitución es uno de los negocios que más dinero genera por encima del tráfico de drogas, y que más del 70% de los usuarios de estos "servicios", son hombres casados o con pareja estable. Dato a tener en cuenta ¿no?    
Pero hay muchas formas de ser infiel.

No es lo mismo tener una aventura motivada por algo puramente físico en un momento puntual, que tener una relación paralela con otra persona. En el primer caso, no entran en juego los sentimientos, tan sólo una reacción hormonal y una respuesta a la libido. En el segundo, para mi, el engaño existe si no se es honesto con ambas personas y con uno mismo. Nadie elige de quien se enamora, pero sí por quien decantarse llegado el momento. 
Hay que ser leal a esa persona que comparte tu vida. Y se es leal, siendo sincero. Se es leal, intentando minimizar el daño, evitando que sean otros los que se lo digan. Y se es leal, rompiendo con esa situación de falsa armonía.  Ocultar los sentimientos o la falta de ellos, es para mi el mayor engaño. Una cosa es intentar ser feliz, y otra, llevar una doble vida haciendo ver que no pasa nada. Como dije antes, hay muchas formas de ser infiel, y otra de ellas es la del pensamiento. Es difícil de detectar, pero la persona que hace el amor con su pareja, mientras piensa en otra, no sólo le está siendo infiel a ella, también se lo hace a la persona en la que piensa, y así mismo.



Que quede claro que no quiero hacer apología de la infidelidad, pero creo que en la mayoría de los casos, cuando una persona se siente engañada por su pareja, hay más dolor en el orgullo que en corazón; quizá por ese sentido que tenemos de la propiedad. Cuando decides compartir tu vida con alguien, eso no se convierte en una adquisición de algo exclusivo. Las inquietudes, la mentalidad y los sentimientos siguen siendo individuales. Tendemos con mucha facilidad a idealizar la relación, y a considerarla como un objetivo cumplido, más que a luchar por ella. 
Si nuestra pareja nos es infiel, antes de buscar culpas ajenas, quizá haya que buscarlas dentro de nosotros mismos, de igual manera que si es al revés, debamos preguntarnos que motivación nos ha llevado a estar con alguien que no es nuestra pareja. 
La monotonía, la falta de comunicación, y a veces, convertir el sexo en algo mecánico y sin magia, es lo que realmente rompe una relación, y no la persona que se cruza en tu camino, y te ofrece llenar todas esas carencias. 
Pienso, que para la cama, mejor o peor, vale cualquiera; pero no para una charla de salón, o para desnudar el alma, compartiendo miedos e inquietudes. Que un polvo nunca desbarata una relación, si la base de ella es la lealtad, la complicidad, la comprensión, la empatía, y el respeto mutuo como seres individuales, de pensamientos libres. 


Sinceramente, yo nunca me preocuparía por si mi pareja un día se acuesta con alguien, por una atracción meramente física, pero sí lo haría si cada día toma café con alguien y conversan... De eso, si se puede crear algo importante, y que si irremediablemente desemboca en una cama, no se quedará en un simple polvo.


Y por último, creo que si la motivación para vivir en pareja fuese sólo el amor y no otro tipo de intereses, como los hijos, el miedo a la soledad, las rebajas fiscales, la hipoteca, la costumbre, los cánones establecidos por la sociedad... etc., un porcentaje muy alto de los que ahora lo hacen, vivirían solos.