PRECUNTAS SIN RESPUESTA

PREGUNTAS SIN RESPUESTA


¿Para cuando una noche a juego
con mis desvelos?

¿Para cuando una luna sin una cara hipotecada?
 

¿Para cuando demonios vestidos de etiqueta
y jacuzzi en el infierno?
 

¿Para cuando guillotinas para los recuerdos 
y horcas para los miedos?



 ¿Para cuando hieles edulcoradas y recetas para el veneno?
 

¿Para cuando la eutanasia a sueños deshauciados?
 

¿Para cuando críticas con bálsamo y halagos sin puñal?
 

¿Para cuando realidades con enaguas de satén? 

¿Para cuando una paz que no cobre peaje?

¿Para cuando palabras que no se dejen ahogar por los silencios?

¿Para cuando respuestas sin preguntas obligadas?

¿Para cuando una luz sin parpadeos...?




ARMAS DE SUPERVIVENCIA

ARMAS DE SUPERVIVENCIA

  • Contra el ruido delator, el silencio estratega.
  • Contra la traición solapada, el cinismo manifiesto.
  • Contra las mentiras piadosas, las verdades crudas.
  • Contra el amor caduco, la indiferencia perenne.
  • Contra la luz que no calienta, la oscuridad que quema.
  • Contra la amistad de quita y pon, la enemistad eterna.
  • Contra los disfraces de bondad, la maldad desnuda.
  • Contra el tiempo perdido, zancadas de vida.
  • Contra piedras de tropezar, piedras de lanzar.
  • Contra planes quiméricos, actos reales.
  • Contra lágrimas de impotencia, sonrisas de triunfo.
  • Contra injusticia programada, venganza planeada.


  •  Contra gritos de protesta, actos callados.
  • Contra el veneno de labios pintados, uñas afiladas con guantes blancos.
  • Contra las debilidades emocionales, la fortaleza del raciocinio.
  • Contra besos tóxicos, abrazos desinfectantes.



  •  Contra el conformismo del “cualquiera vale”, selección de los mejores.
  • Contra la compañía que destruye, la soledad que construye.
  • Contra la hipocresía de falsos cielos, la sinceridad de infiernos auténticos.
  • Contra perritos falderos, gatos callejeros.


EL TIEMPO ME ENSEÑÓ




El tiempo me enseñó:
que no necesito mucha tinta
para ser víctima de lo que escribo.

Que la sobriedad
no me sirve para nada
cuando ya no hay marcha atrás.


Que la duda no es muerte
sino tortura,
y el miedo pone cara de dignidad.



Que las suposiciones
son mitad esperanza
y las casualidades deseos cumplidos.

El tiempo me enseño,
que también ata la libertad...
APRENDÍ...


En un largo recorrido de algodón y fango,
aprendí que quien regresa al lugar del desastre
tiene que ir con la certeza,
de no tener el corazón aplastado.
Que la vida te ofrece muchas formas de acabar
sabiendo que sólo existe un final.

Aprendí, que sólo un necio 
lo intenta cien veces del mismo modo,
y cuando se hacen las cosas mal
la vida te cobra sin demora y al contado.
Que no hay que olvidarse del presente,
por pensar en un futuro que quizá nunca llegue
y que una victoria sin obstáculos,
no es una victoria, tan sólo es suerte.

Aprendí, a no fiarme de promesas sin garantía,
de halagos no requeridos, de sonrisas congeladas,
de críticos sin espejo ni palmadas en la espalda.
A preferir estar sola que en compañías de ida y vuelta,
pues no hay mayor soledad que la de los mediocres
que no afrontan sus miserias.

Aprendí, que no es posible abrir los ojos
para ver traiciones y amores de mentira,
sin querer arrancar la venda que los tapa.
A leer los márgenes de páginas vacías,
con más historias que en textos explícitos.
A poner entre comillas mis anhelos,
entre paréntesis algunos sentimientos,
y a dejar mi alma en puntos suspensivos...


Aprendí, que a pesar del recorrido
por caminos de luces y tinieblas,
de unas veces polvo y otras piedras,
que han endurecido mi piel
y madurado mi mente,
hay heridas que siguen abiertas.
Así que, en este punto de mi vida,
he llegado a la conclusión
que de poco sirve lo aprendido...
Hay que seguir alerta.-

EL FEMINISMO COMO EXCUSA

EL FEMINISMO COMO EXCUSA

"La violencia es el último refugio
del incompetente."
(Isaac Asimov)

   No por repetidas, dejan de causarme cierta vergüenza y estupor las reacciones de algunas mujeres, que hacen que sienta, que vamos dando pasos hacia atrás, potenciando así muchos pensamientos y actos machistas y retrógrados y lo que es peor, actuando igual o peor que lo que supuestamente condenan.

En mi mente aparecen las historias reflejadas en libros y periódicos de la época, de un grupo de valientes mujeres, allá en el siglo XIX, que lucharon para dejar de ser ciudadanas de segunda, exponiendo en más de una ocasión sus vidas, y aguantando insultos, e incluso que se pusiese en duda su feminidad, hasta por parte de otras mujeres demasiado aferradas a una educación ancestral, mamada desde la cuna, que las convencía de que su deber era estar a las órdenes y caprichos del hombre, convirtiéndose así en mujeres inseguras y dependientes. 

Las sufragistas abrieron un camino hacia la libertad y la igualdad, rompiendo así ataduras tiranas, cambiando leyes y mentalidades, haciendo que poco a poco, perdiésemos el miedo a expresar nuestros pensamientos y a reclamar nuestros derechos. Gracias a ellas, gozamos de un puesto en la sociedad como personas libres, y con todo el derecho y capacidad de tomar nuestras propias decisiones. Y cuando alguna ley torticera y machista quiere poner en peligro ese derecho, luchamos con uñas y dientes para que esa ley no prospere...

Pero, que pensarían esas sufragistas, si viesen que en el siglo XXI, grupos de mujeres resentidas, llaman feminismo a la más retorcida venganza e incitan a otras mujeres a odiar a los hombres, haciendo apología de la violencia hacia ellos. Estas mujeres, no buscan justicia e igualdad, no buscan cambiar leyes ni luchan para que no se nos considere inferiores ante la ley y la sociedad; se manifiestan en contra del machismo y de la violencia de género, pero actuando de la misma forma que critican. Canalizan sus frustraciones, escupiendo odio hacia los hombres, por el sólo hecho de ser hombres, infectando las redes sociales con páginas de más que dudosa moralidad.

No apoyan a las mujeres que sufren o han sufrido abusos y vejaciones de sus parejas, luchando por cambiar las leyes y la mentalidad machista, sino que las incitan al ojo por ojo... No intentan que los maltratadores paguen, sino que demonizan y meten en el mismo saco a todos los hombres. Se aprovechan de la fragilidad mental de algunas de esas mujeres que han sido víctimas de esos cafres, para envolverlas con su resentimiento... Señoras, eso no es feminismo, es asquerosa misandria.
Por otro lado, también me gustaría saber que pensarían esas valientes mujeres del siglo XIX que lucharon y se prepararon para demostrar que con inteligencia y buen hacer, se podían conseguir cosas importantes y derechos fundamentales, dejando atrás su condición de hembras, si viesen que la nueva forma de protesta de unas cuantas mujeres, ante lo que ellas consideran injusto o excluyente, es recurrir a sus atributos más íntimamente femeninos, con los que consiguen llamar la atención, pero que, la verdad sea dicha, se ven mucho más sus tetas que sus logros. 
Y yo, como mujer me pregunto... 
¿De verdad queremos que cualquiera de los dos ejemplos sea el camino a seguir para que las generaciones venideras nos tomen como modelo? 
Por mi parte, NO.
  

MADURAR

MADURAR


Madurar es no confundir
sueños con delirios,
ni necesitar a nadie
como parche intoxicado,
perfumado de incienso.

Madurar no es intentar
mantener el equilibrio
agarrando clavos ardiendo,
sino caminar con la vista al frente
y desempañando espejos.

Madurar es atreverse
a mirar de frente a la realidad;
que adular no es admirar,
que mentir no es convencer,
que congeniar no es amar.

Madurar es entender,
que no habrá logros sin luchar.
Que el no confiar o el confiar demasiado,
son armas de doble filo,
que hay que saber usar.


Madurar es distinguir
la elegancia innata del burdo disfraz,
el diamante del vidrio,
el oro del oropel,
lo auténtico de lo ficticio.

Madurar es darte cuenta
que el sentir y la esperanza
son las virutas que caen al suelo,
mientras buscamos,la supuesta
suavidad de lo correcto.

Madurar es no subestimar
a los que siempre perdonan.
Madurar es tener claro,
que los favores no se tasan,
pero las ofensas se pagan.





Y que la verdad,
es como una boya en el mar
que siempre sale a flote,
aunque la intentes hundir...
Todo esto es madurar.


YA SÓLO ME INTERESA...

YA SÓLO ME INTERESA...


 Vamos acumulando ceniza,
de entusiasmos apagados.
Con ella, creamos esa ilusión
que llamamos experiencia,
y que sólo nos sirve en ocasiones,
para disimular tanta nostalgia de la vida.


Luego, un día llega el viento
y borrándonos, nos dispersa....
Por eso, ya hay muy pocas cosas
que realmente me interesan.

Ya sólo me interesan
los amigos que suman,
las caricias que se dan porque sí,
los besos que restan penas
y el amor sin descuentos ni factura.

Ya sólo me interesan
las canciones que barren nubes,
los poemas que transportan,
quienes salen a luchar sin escudo
y apuestan todo a una sola carta.


Ya sólo me interesan
la lluvia que no traspasa la piel
y los abrazos que estrangulan el miedo,
los amaneceres con mi gata 
y la verdad a tiempo completo.

Ya sólo me interesan
las manos tendidas y el ahora en vida,
Sólo me interesan
los silencios por estar viviendo
y los presentes que cierran heridas.