EL TIEMPO ME ENSEÑÓ




El tiempo me enseñó:
que no necesito mucha tinta
para ser víctima de lo que escribo.

Que la sobriedad
no me sirve para nada
cuando ya no hay marcha atrás.


Que la duda no es muerte
sino tortura,
y el miedo pone cara de dignidad.



Que las suposiciones
son mitad esperanza
y las casualidades deseos cumplidos.

El tiempo me enseño,
que también ata la libertad...