EL VALOR DEL MIEDO




"El miedo no es más que un deseo al revés." (AMADO NERVO)
 


 Todos en alguna ocasión, hemos sentido miedo real ante una situación de peligro, o cuando nos sentimos amenazados por algo o alguien. También a algunas enfermedades, e incluso a la muerte.
Es un miedo justificado, y que no nos importa reconocer, por considerarlo como algo circunstancial, o relativamente normal en la vida.


Pero el miedo, a veces de forma imperceptible, va unido a nosotros desde el nacimiento. Es como un escudo que nos protege, ya que nuestra vulnerabilidad y prepotencia, nos haría cometer más errores de los que por sí, ya cometemos.

Desde la infancia, tenemos miedo a todo. A caminar... a caernos... a la oscuridad... a los suspensos... a los castigos... al rechazo de nuestro primer amor... al primer beso... o a que éste tarde en llegar... a ser diferente... En definitiva, miedo a la vida.

 
Cuando nos hacemos adultos, gran parte de esos miedos desaparecen, dando paso a otros, que van marcando nuestra existencia.

Tenemos miedo a los cambios, aunque sean positivos... Tenemos miedo a amar, o a que no nos amen... Miedo al futuro, o a que el pasado tenga demasiado protagonismo en nuestro presente... A no gustar, y al qué dirán. Pero sobre todo, tenemos miedo a perder lo que creemos que nos pertenece: El amor... el trabajo...la familia...los amigos.

Aunque el miedo, también actúa de cortafuegos entre lo que a veces desearíamos hacer, y lo que finalmente hacemos, y a ese miedo lo llamamos prudencia, corrección, o como algunos dirían, ser como Dios manda.
Estoy segura, que que si no fuese por el miedo a las consecuencias, seríamos más sinceros sobre lo  que pensamos de los demás... Si no fuese por el miedo a que se sepa, en ocasiones  seríamos infieles a nuestras parejas... Si no fuese por miedo a que nos "cojan", delinquiríamos... Porque hasta las personas más honestas, en alguna ocasión han pensado en hacer alguna de estas cosas, aunque nunca serán capaces de reconocerlo en voz alta... Tienen demasiado miedo de que dejen de considerarles así.

Pero lo más importante del miedo, es que al tenerlo, podemos controlar nuestras acciones y nuestros impulsos, para poder llevar una vida "normal",  marcada por unos patrones de convivencia social. Aunque a veces, no estaría nada mal darle esquinazo a ese miedo, y cometer alguna locura, que nos haga sentir más vivos.


Por consiguiente, el miedo no es malo, siempre y cuando lo consideremos parte de nuestras sensaciones, y no nos neguemos a admitir que lo tenemos... Sólo dejando de temer al miedo, nos convertiremos en personas valientes.