LA BUENA EDUCACIÓN




        Recordando una conversación que tuve hace unos días con una amiga, he reflexionado sobre mis diferentes comportamientos, y las sensaciones que después experimento.
Desde mi infancia, me han inculcado respetar a los demás, cuidar las formas, saludar, mirar a los ojos y no gritar al hablar, pedir siempre disculpas por una ofensa o un error cometido, y perdonar a la vez cualquier agravio recibido...
Estoy segura que ese es el comportamiento adecuado para una buena convivencia, y para hacernos merecedores de llamarnos personas, pero a veces, esa corrección en las formas, y esa buena educación, hace que te tragues muchas opiniones o respuestas hacia personas que confunden tu postura, y se crecen, pensando que eres idiota. 

Por eso, en estas fechas, que son para mi, como cada año un fin de etapa y comienzo de otra ( o no), y a pesar de mi buena educación, es un buen momento para gritar... ¡¡ ESTOY HARTA!! 
Y pasando por alto el hartazgo que me produce la situación actual de este país, y el comportamiento de sus gobernantes y el de sus secuaces (que eso da para otro post), me centraré en lo estrictamente personal. 




Estoy harta de las personas que equivocando mi silencio, me increpan a gritos con la prepotencia de creer, que están dando con un adversario fácil (pobres)... De los que abusando de su edad, intentan minar mis derechos, con el único argumento de que son viejos, y que eso ya les da derecho a todo... De esas personas que cuando saludas, su respuesta es una mirada de arriba abajo... Estoy harta de los que me juzgan sin conocerme... De los que me ponen etiquetas... De los que especulan sobre lo que pienso, en vez de preguntarme...De los que no me miran a los ojos... Estoy harta de gente imperfecta que me exige perfección... Estoy harta de los que piensan que mi persona existe sólo de tetas para abajo... De los que creen que mi opinión sobre la educación de los menores no es relevante por no tener hijos... De los que piensan que el hábito hace al monje... Estoy harta de los que intentan convencerme de sus ideas con cara de perdonarme la vida... De los que cuando pido disculpas, piensen que estoy arrastrándome ante ellos, y en vez de aceptar las disculpas, se convierten en más verdugos... Y sobre todo, estoy harta de aquellas mentes mediocres y misóginas, que sólo son capaces de ver en mi, a una mujer, en el concepto ínfimo en que ellos nos tienen.. Con las connotaciones que eso representa en su mente enferma. 

Es importante ser correcto, pero también es necesario dejar claro que ser educado, no es sinónimo de ser imbécil... Aunque haya que gritarlo.