PLACEBOS
Vas andando los caminos
en busca de flores
aunque estén marchitas,
escondiendo en los bolsillos
las piedras de tropezar
y agarrándote a clavos ardiendo.
Al final comprendes,
que la vida no es más
que una guerra sin aliados.
Una lucha solitaria
utilizando placebos,
con la engañosa esperanza
de que puedan paliar
el dolor de cada batalla.
Pero el dolor continua...
Y un día te das cuenta,
que no lo calman la lágrimas vertidas
sombre hombros y almohadas.
Que el mejor antídoto
contra el dolor,
es una mente libre
de realidades maquilladas
y sueños de artificio...
Una mente fría y clara.