Vamos acumulando ceniza,
de entusiasmos apagados.
Con ella, creamos esa ilusión
que llamamos experiencia,
y que sólo nos sirve en ocasiones,
para disimular tanta nostalgia de la vida.
Luego, un día llega el viento
y borrándonos, nos dispersa....
Por eso, ya hay muy pocas cosas
que realmente me interesan.

los amigos que suman,
las caricias que se dan porque sí,
los besos que restan penas
y el amor sin descuentos ni factura.
Ya sólo me interesan
las canciones que barren nubes,
los poemas que transportan,
quienes salen a luchar sin escudo
y apuestan todo a una sola carta.
Ya sólo me interesan
la lluvia que no traspasa la piel
y los abrazos que estrangulan el miedo,
los amaneceres con mi gata
y la verdad a tiempo completo.
Ya sólo me interesan
las manos tendidas y el ahora en vida,
Sólo me interesan
los silencios por estar viviendo
y los presentes que cierran heridas.
Sólo me interesan
los silencios por estar viviendo
y los presentes que cierran heridas.